Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la ONU, expresó su profunda preocupación por la frágil situación de seguridad que impera en Irak
México acogió con satisfacción, ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la reciente aprobación de la ley para los sobrevivientes de Yazidi, que condena los crímenes de genocidio, de lesa humanidad y violencia de género cometidos por el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
En ese sentido, durante la sesión del Consejo de Seguridad de este martes, el representante permanente de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, expresó su profunda preocupación por la frágil situación de seguridad que impera en Irak.
También condenó los ataques con misiles alrededor del aeropuerto de Erbil, capital de la Región Autónoma Kurda de Irak, y en dos bases aéreas, por lo que México pidió que se ponga fin a todos los actos de violencia.
Tras señalar el progreso en la capacitación de los funcionarios electorales, para los próximos comicios programados para octubre, y dar la bienvenida a los esfuerzos para garantizar la participación femenina en el proceso, De la Fuente reconoció los pasos que ha dado Irak para implementar la agenda de Mujeres, Paz y Seguridad, que incluye un aumento en su representación en puestos de alto nivel.
Aunado a lo anterior, el ex rector de la UNAM rechazó la pena de muerte por considerarla “un trato inhumano y degradante con consecuencias irreparables”. Luego de recordar la reciente ejecución de tres personas acusadas de terrorismo en la prisión de Nasiriyah acontecida el pasado 3 de marzo y otras 21 más de noviembre de 2020 instó al Gobierno de Irak a instituir una moratoria sobre la práctica con miras a su abolición.
Ayer, Karim Khan, asesor especial y jefe del UNITAD (Equipo de Investigación para Promover la Rendición de Cuentas por los Crímenes Cometidos por el Daesh / ISIS) informó que ha alcanzado un "momento histórico" en su trabajo.
Se informó que el UNITAD ha finalizado los informes iniciales del caso sobre dos prioridades clave: ataques contra la comunidad yazidi en la región de Sinjar, al norte de Irak, y la matanza masiva de cadetes desarmados y personal militar en la Tikrit Air Academy en junio de 2014.
“Puedo anunciar que, sobre la base de investigaciones independientes e imparciales, cumpliendo con los estándares internacionales y las mejores prácticas de la ONU, existe evidencia clara y convincente de que los crímenes contra el pueblo Yazidi constituyeron claramente un genocidio”, dijo.
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